El pasado mes de abril, nuestras compañeras Felicia Plata (portavoz de la Comisión de Igualdad), Belén Gómez-Porro, (tesorera de AMCAE) y Lucía Pérez (consejera de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha) asistieron a la jornada organizada por Cooperativas de España “Mujeres Cooperativistas: búsqueda de nuevas oportunidades en el ámbito de la economía social”.
Ellas han querido recoger en este Boletín sus impresiones sobre el encuentro que entre los días 19 y 21 de abril tuvo lugar.
Lucía ha querido recoger impresiones que se trae en calidad de consejera de su cooperativa y de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha. Tras el encuentro con otras consejeras, estas son las conclusiones que nos aporta. Para que haya una mayor participación de mujeres en los órganos de toma de decisiones es necesario:
- Hay que romper las barreras que nos ponemos. Las mujeres estamos tan preparadas como los hombres. No necesitamos una formación universitaria para acceder a los consejos rectores. La formación se puede ir adquiriendo por el camino.
- Es necesario eliminar estereotipos y acabar con la idea de que solo pueden acudir a los puestos de dirección las mujeres que renuncian a ser madres o mujeres que no tienen ningún tipo de responsabilidades familiares o que se disminuyen nuestros rendimientos cuando somos madres. Todo es compatible.
- Necesitamos salir de nuestra zona de confort. Necesitamos salir de esas tareas que día a día nos atrapan y que nos condicionan en muchas ocasiones a tareas familiares y domésticas.
- Debemos ampliar el foco con el que afrontamos la igualdad de género. Es necesario analizar el modelo que mantiene las desigualdades existentes en el medio rural, conseguir que se visualice el trabajo de la mujer en las explotaciones y en todo el trabajo que directa o indirectamente se realiza en las cooperativas.
- Hay que trabajar de la mano de la administración y la sociedad para identificar y avanzar conjuntamente en la resolución de problemas, identificación de necesidades, carencias, etc.
- No debemos olvidar seguir empoderando a las mujeres para que seamos autónomas e independientes en la toma de decisiones.
- La conciliación y la corresponsabilidad son claves para que la participación de la mujer sea efectiva. Participar en asambleas generales y en consejos rectores requiere que utilicemos horarios que sean compatibles con la conciliación familiar. Pero no debemos quedarnos ahí. La corresponsabilidad de los hombres también es necesaria para que podamos asumir responsabilidades en las cooperativas.
Belén nos habla de las políticas activas que desde cooperativas como CLUN, CLESA o CONDES DE ALBAREI, se llevan a cabo para trabajar para la incorporación de la mujer.
En primer lugar, me gustaría agradecer a esas mujeres maravillosas que desde estas cooperativas nos han tratado como si estuviésemos en casa. Un beso a esa gente bonita de Galicia y a todas las compañeras con las que compartimos viaje.
En aquellas zonas, nos encontramos con sectores que, a la inversa de lo que ocurre en nuestra región, tienen un elevado peso de las mujeres. La mujer juega un papel muy importante desde la producción de la leche hasta la comercialización de los productos.
Apuestan por una diferenciación de marca y por la integración cooperativa, como es el caso de CLUN con la unión de tres cooperativas de primer grado.
La mujer juega un papel relevante a través de la asociación MULLERES DE SEU. Se constituyeron como asociación con personalidad jurídica propia. Integra a mujeres con carácter y mucho arraigo al medio rural, sin olvidar nunca al consejo rector. A través de su presidenta, Carmen Rodríguez, recibimos mucha ilusión por reforzar la autoestima, el empoderamiento y la sensibilización que tanta falta hace en la materia.
Es muy importante reforzar el trabajo y el conocimiento de todas las necesidades que se tienen desde las explotaciones, a la gestión y en los procesos de liderazgo.
Y fundamental que se estrechen lazos con otras organizaciones. Allí existe una cercanía importante con CAMPOASTUR, una cooperativa multisectorial con gran arraigo también a la sostenibilidad del territorio y la igualdad de género.
Su trabajo y su compromiso con la igualdad de género ha llegado al Parlamento Europeo y Congreso de los Diputados.
Me quedo con algo muy importante, las cosas se hacen con mente, pero también con mucho, mucho corazón y sentimiento. Así nos lo transmitió Carmen Rodríguez, apostando porque la igualdad no es un reto, sino el único camino.
En calidad de portavoz del Grupo de trabajo en igualdad de género de Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, Felicia nos traslada sus impresiones sobre la Asociación Nos as Mulleres, asociación de la Federación de Cooperativas AGACA.
Nos as Mulleres es una asociación gallega de mujeres de cooperativas agroalimentarias que nace para visibilizar a la mujer cooperativa, directiva, profesional y trabajadora en todos los ámbitos económicos y sociales del movimiento asociativo agrario y del medio rural en su conjunto. Es decir, su objetivo principal es llegar a conseguir el desarrollo integral de la mujer y de sus capacidades.
Los grandes pilares en los que se centran para conseguir su objetivo son: representación y promoción, fomento del cooperativismo y economía social, participación de las mujeres, formación, profesionalización y mejora de la competitividad, igualdad y sensibilización contra la violencia de género. A partir de aquí, fijan sus líneas de intervención en:
- Conciliación y corresponsabilidad.
- Fomentar la participación de las mujeres en la vida de la cooperativa.
- Promover la asistencia de las mujeres en las asambleas.
- Incrementar la presencia de mujeres en los consejos rectores.
- Formación y sensibilización en igualdad desarrollando planes y programas de igualdad.
- Formación técnica.
- Difundir buenas prácticas.
- Prevención de la violencia de género.
Los objetivos que se proponen en esta asociación son sensibilizar, visibilizar y proporcionar herramientas para abordarlos. Trabajan directamente con las cooperativas y, sobre todo algo muy importante: ponen a las socias en contacto con otras mujeres con experiencias distintas a las suyas. En Galicia hay muchos minifundios y es difícil que se pueda vivir exclusivamente de una actividad sola. Desde esta asociación ayudan, a través de sus actividades, a que sus socias conozcan otras alternativas complementarias que les permitan que la vida en el medio rural se asiente más, sea más atractiva y rentable.
También trabajan, junto con las administraciones públicas, en la modificación de las leyes para que se obligue a que en las cooperativas haya un porcentaje de mujeres en los consejos rectores proporcional a su base social. Pero si al final se consigue esta modificación y las mujeres que están al frente de sus explotaciones, que pertenecen a cooperativas no dan el paso de participar activamente en las asambleas y presentarse a los consejos rectores se estaría fracasando.