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Hasta ahora hemos podido hablar sobre Igualdad con muchas mujeres, pero no queremos olvidarnos de que, para ellos, también es una apuesta. En esta ocasión tenemos el placer de charlar por primera vez, con un hombre sobre igualdad, porque su visión también nos importa, se trata de Luis Fernández, gerente de Puente de Rus.

P: Luis, cuéntanos quién eres y cuál es tu historia en el mundo agrario y cooperativo.

R: Buenos días, soy Luis Fernández Fernández y realizo labores de técnico y de gerencia en Bodegas Puente de Rus (San Clemente). Soy descendiente de padres agricultores y junto a ellos me he dedicado toda la vida a la viticultura y al cultivo del ajo. En mi adolescencia tuve oportunidades de formación y decidí estudiar enología en la escuela de “La Vid y el Vino” de Madrid. Gracias a ello, llevo trabajando en el mundo cooperativo desde los 19 años. Es un modelo que me gusta mucho, que permite aunar fuerzas y lo más importante, conseguir mejores y mayores beneficios para todas las personas que trabajamos y vivimos de la agricultura.

Mi experiencia profesional ya es amplia, mis inicios fueron en una SAT en la que estuve durante diez años realizando funciones de administrativo, bodeguero, la carga de camiones, etc., Hacía, como veis, varias tareas ya que era lo que necesitaban entonces en aquella empresa, Me ofrecieron el trabajo y acepté encantado, fue una experiencia que recuerdo con mucho cariño.

Después de este largo tiempo, tuve la posibilidad de acercarme a mi tierra, y me marché a trabajar a la cooperativa de mi pueblo donde estuve otros tres años. Tras este periodo me lancé a la producción de vino espumoso por el método tradicional, en aquella época era uno de los pocos que lo hacía. Estuve trabajando como autónomo un tiempo, llegando a la fabricación de 17.000 botellas comercializadas bajo la marca “Don Mambrino”, pero no conseguí obtener las metas que esperaba así que decidí abandonar este proyecto.

Desde entonces hasta hoy estoy aquí, en la cooperativa Nuestra Señora de Rus, contento con el trabajo que vengo desarrollando día tras día por esta cooperativa.

P: ¿Cuándo comenzaste a escuchar temas relacionados con la igualdad entre hombres y mujeres? 

R: Al contrario de lo que algunas personas piensen, esto no es algo moderno. Por mi edad he oído hablar de igualdad desde pequeño, hace años que llegó la democracia y la libertad, y eso es una realidad.  Pero tengo que decir que, con el paso del tiempo, he ido viendo un movimiento en la sociedad de lucha contra el machismo, de lucha contra la cultura que hemos ido heredando de unas generaciones a otras. He podido ver la evolución en el modelo educativo, pasando de colegios separados por personas de distinto sexo a colegios mixtos, entre otras muchas cosas. Creo que hemos modificado algunas cosas y/o pensamientos que nos ha beneficiado a todos. Pero desde mi opinión, la mayor evolución viene en las bases que forma una sociedad que, es la educación, nos ha permitido avanzar, mejorar y transformar nuestra cultura y valores.

P: Y hablando de valores Luis, ¿Qué valores o actitudes crees que debería tener una persona, hombre o mujer, líder de una cooperativa?

 R: Todo eso se va adquiriendo con el tiempo. Es un proceso que se consigue con los años, la experiencia y el aprendizaje. Pienso que la gente más joven debería ir entrando a formar parte de los consejos rectores con cargos más sencillos o con menos responsabilidad para ir adquiriendo un rodaje de lo que es el sistema cooperativo, además acompañándolo, si es necesario, con cursos de formación en distintos aspectos. Apuesto porque tengamos personas realmente preparadas tanto si se trata de mujeres, quienes, por supuesto tienen grandes capacidades, como si se trata de hombres.

 P: ¿Y en tu cooperativa tienes a mujeres en tu equipo o en tu Consejo Rector?

R: Por supuesto, contando que a nivel personal desde mi propia familia estamos al 50 %, somos dos hombres y dos mujeres, a nivel profesional ocurre lo mismo. Estamos más o menos en la misma proporción de mujeres y hombres empleados en la cooperativa. Hacemos un equipo muy humano, existe buena armonía y un ambiente de trabajo agradable.

Respecto al consejo rector, hace unas semanas hemos tenido renovación y hasta el momento no teníamos ninguna presencia femenina. Pero, por suerte, en esta última modificación de cargos ya se ha presentado una mujer y ha sido votada y aceptada, y desde el minuto uno trabaja codo con codo con el resto del equipo, algo que no había ocurrido nunca antes y de lo cual estamos muy contentos.

P: Enhorabuena por esa nueva incorporación, es una alegría siempre recibir estas noticias, ¿Trabajáis de alguna manera la implicación de más mujeres en la cooperativa? ¿Qué grado de receptividad te encuentras en ellos en este sentido?

R: Sí, justamente este año hemos realizado una jornada con mujeres socias, mujeres de socios, trabajadoras, etc. Fue algo informal y amable en la que tomaron un desayuno y pusieron en común sus circunstancias, ideas, aportaciones y donde, además, nuestro presidente propuso y animó a que alguna de ellas se presentase a la renovación de cargos del consejo rector que comentaba.

La idea es que sea esta una iniciativa generalizada y sientan por sí mismas la necesidad de venir a su casa, que vengan a la cooperativa de la que todas son dueñas y sean partícipes de todas las actividades que se llevan a cabo desde aquí.

Ellas, igual que ellos, tienen voz y todas las ideas son y serán escuchadas. Una mujer puede dar una idea tan buena como la de un hombre. Lo que creo es que, a veces, parecen estar acomodadas y tienen que salir de esa zona de confort.

 Por otro lado, creo que estamos en un corte de generaciones donde hay mucha más libertad, más facilidades, muchas más personas preparadas en cuanto a formación y en un corto plazo habrá un cambio a mejora importante. Confío en que gracias a ello existan más mujeres al frente, que lideren las cooperativas o cualquier otra función, pero que estén presentes.

Respecto a la receptividad todavía hay muchos tipos de mentalidades y formas de ser, pero creo que son muchos más los hombres que apuestan y defienden la implicación de las mujeres. Se ha demostrado que la mujer es tan válida como el hombre, de hecho, en la actualidad ya muchas de ellas están ejerciendo la presidencia de muchas de las cooperativas de nuestra región, tienen unas capacidades de organización y formación fantásticas.

P: ¿Consideras que podemos o deberíamos trabajar igualdad y relevo generacional de la mano?

R: Creo que sí. Pero hay un problema, y es que las personas descendientes de familias dedicadas a la agricultura lo primero que se les ha dado o inculcado, ha sido estudiar en la universidad y lo último que piensan es trabajar en este sector. Esto se debe a que trabajar en el campo, como ya todos sabemos, supone jornadas de lunes a domingo de sol a sol, añadiendo además que siempre estas mirando al cielo para que tu cosecha sea fructífera.

Es una profesión bastante dura, que necesita de mucha implicación y ahora la mayoría de las personas más jóvenes, buscan los oficios más cómodos con jornadas más cortas y con sueldos mayores, que quizá no podrían conseguir en la agricultura. 

 P. ¿Qué mensaje les mandas a todas las mujeres que te van a leer, para que se animen a formar parte activa en todos los ámbitos de la cooperativa?

 El mensaje es claro, somos y vivimos en una sociedad civilizada donde la diversidad en las cooperativas es necesaria. No tengáis ningún tipo de reparo a venir y realizar vuestras aportaciones o ideas, se os escuchará siempre. Sois una parte fundamental para conseguir lograr ese cambio tan necesario en la evolución de nuestro sector y así, además, podáis mostrar vuestra presencia en todo lo que tiene que ver con el mundo cooperativo tan masculinizado hoy. Vosotras sois quienes debéis dar un paso adelante y decir: “Estamos aquí”.